Imágenes del núcleo histórico de Puerto del Rosario en la década de 1960; la primera está captada desde la Ayudantía Militar de Marina, recién inaugurada; la segunda desde el hotel Las Gavias, aún sin terminar. Por la orilla vemos el kiosco de Eugenio, el pilar del 18 de julio, la parada de taxis, el Muelle Chico, la playita embarcadero donde reposan algunos barquillos, la terraza del "paragüitas", el Mercado Municipal, la playa de Las escuevas y unas vericuetas callejuelas que trepaban hasta el tablero... Cuando se captó la instantánea aún estaba en pié la "esquina de Blas", la Plaza de España... Hay adoquinado en la avenida Ruperto González Negrín, con un mentidero junto a la parada... El malecón aún continuaba pregonando, y lo hacía desde 1894, en qué punto se originó la ciudad capital de Fuerteventura.
No me resisto a traer, desde la añoranza compartida, una cita de Francisco Navarro Artíles en su prólogo a la obra Vidas Paralelas (2001), de Antonio Nuevo Hidalgo:
"En este estado de amnesia y autodestrucción que sufrieron nuestros munícipes de aquellos días, se abocó a una situación irremediable.
Las Palmas de Gran Canaria conserva el barrio de Vegueta, Telde conserva el barrio de San Francisco; Arucas conserva el Centro Histórico de Arucas. Puerto del Rosario no conserva nada de aquellas calles estrechas y sinuosas; de aquellas casas bajitas, con techos de torta y canales para recoger las aguas llovedizas; de aquellos almacenes, cercanos al Muelle Chico, para guardar la barrilla primero, y luego la cochinilla; la manteca de ganado, la cebada, el trigo, el millo, los garganzos, las diminutas y sabrosas lentejas, los ajos... que habrían de exportarse al resto del Archipiélago Canario y al Caribe y a Sudamérica... En fin: que el actual Puerto del Rosario ha nacido, como el ave Fénix de sus propias cenizas. Pero, qué triste es tener un pasado de cenizas..."