domingo, 23 de marzo de 2014

La exportación de cal cobra nuevos impulsos

Desde la calle de El Puente, en Puerto de Cabras, a 9 de abril de 1914, delante de la Casa Consistorial: Acaba de terminar el pleno del ayuntamiento de la localidad en el que se abordaban distintas cuestiones relacionadas con la precaria economía local.
Ya comienzan a salir algunos de los concejales que asistieron: don José Pérez Medina, don Victoriano González Carballo, don Francisco García y don Francisco del Toro Rivero.
Entre el público hay varios empresarios del sector de la cal, nos acercamos a uno de ellos don Secundino Alonso, al que preguntamos su opinión sobre los acuerdos corporativos del día y nos responde que siguen en la linea que siempre ha defendido, "que si queremos redimir la isla -dijo- hay que diversificar, apostando por la agricultura y la exportación de cal..."
Justo en ese momento se unió a nosotros su sobrino Juan Martín Alonso, que ejerce de Alcalde, junto al secretario de la institución, Francisco López Rodríguez; y entre todos hicieron un repaso por el fuerte auge de las fábricas de cal que se han ido levantando en el entorno de Puerto de Cabras y junto al mar: La Caleta de de los Pozos, la Hoya del Inglés, Punta Gavioto, La Hondura y otros lugares se han levantado hornos. Por doquier se habilitan espacios para almacenare de piedra de cal, bien para cocerla en aquellas industrias, bien para exportarla cruda en los barcos del cabotaje con destino a las otras islas.


Y en este pleno se otorgaron varias licencias para almacenamiento de piedra en las afueras de la localidad, junto a los caminos de Casillas del Ángel y de Tetir, condicionadas a que se le levantaran paredes junto a las carreteras inmediatas, evitándose así la dispersión del ripio sobre la calzada.
Don Secundino es uno de esos personajes que llevan apostando por el negocio desde 1902, mostrando decidido apoyo a quienes le han secundado desde Casillas del Ángel, donde hay iniciativas para levantar hornos de cal en la Playa de Los Molinos.