La foto, procedente del archivo de la FEDAC, nos muestra la iglesia de San Buenaventura antes de ser profanada y expoliada |
Muchas de las maderas, mosaicos, canterías y techumbres fueron cargadas y arrastradas hasta distintos puntos de Fuerteventura, tras una ignominiosa subasta que arruinó esta joya de nuestro patrimonio. Sus piedras aún resisten convidando a repensar si merece rehabilitarse y ponerse en valor; seiscientos años de historia avalan cualquier iniciativa en este sentido.
La bibliografía sobre el convento franciscano de Betancuria no es mucha, pero recordaremos a Francisco Navarro que se ocupó especialmente de difundir la historia de este cenobio.
Lo hizo en su conferencia del día 17 de octubre de 1975 en la Delegación de la Sección Femenina de Puerto del Rosario y nos lo recordó en sus "Cartas desde Majanicho", una serie que publicó en el periódico La Provincia (Las Palmas de Gran Canaria) entre los meses de julio y diciembre de 1978: entre otras las que tituló "Imágenes del Convento de Betancuria (1600-1650)", "el convento de Betancuria (1593-1650)" y "Frailes de nombre conocido (1600-1650)".
También se ocupó del lamentable estado de la iglesia del ex convento José Lavandera en artículo publicado en la revista Almogarén.