El caserío de La Asomada perteneció al extinto municipio de Tetir hasta 1925 en que éste se disolvió para agregarse al de Puerto de Cabras, hoy Puerto del Rosario, a cuya jurisdicción pertenece.
Desde el punto de vista de la toponimia, su nombre, como el de las Montañas de El Viso o de las Atalayas, alude a confines de vigilancia respecto de lo que podía venir por mar. Desde estos últimos montes era fácil vislumbrar cualquier barco que se acercara a la orilla, cualquier "jallo" digno de mención o hasta si había pescado el charcón de Playa Blanca; y los verederos corrían con la noticia a la cabecera municipal del viejo Tetir.
Pero La Asomada también fue agrícola y ganadera. Los coroneles de la isla tuvieron allí un importante huerto explotado por los Ruiz, que actuaban como mayordomos de aquellos y empleaban a sus medianeros. Muchos de los emigrantes de la primera mitad del siglo XIX salieron de aquel paraje pagando su pasajes con las tierras que engrosaron el patrimonio de aquellos.
El pueblo tiene escuela y ermita de reciente construcción, donde se venera a la Virgen de Fátima; edificios que están ubicados en la encrucijada de caminos que se abrían al que, desde La Oliva, seguía para Caleta de Fustes.
La población rondará actualmente los trescientos y pico habitantes.
En su término se ubica una molina recientemente restaurada y elevada a la categoría de BIC de la Comunidad Autónoma de Canarias desde 1994.
La Asomada vista desde Montaña del Medio, (Foto aportación Paco Cerdeña) |